miércoles, diciembre 15, 2010

Navidad en la Tierra.

















A Laura le urge decir lo que siente. Pero calla.
Yo oprimo las teclas con mis yemas. Me duelen las esperanzas.
Algunos hablan, conversan, discuten. Sin escucharse nunca.
Joaquín llora al mirar esa película por tercera vez. Nadie lo ve. Se seca las lágrimas.
Una pareja de enamorados leen braille sobre sus cuerpos.
Un alma solitaria se sienta en el parque. Observa el vacío.
Alguien comete un error. Lo sabe, quiere pedir perdón. Se aleja.
A un hombre anónimo se le congelan los dedos en la 27. Sopla aliento en sus manos.
Paola dice coño, frente a la puerta. Se le olvidaron las llaves.
A aquel chico nadie lo conoce. Ni siquiera él mismo.
Juan no tiene prisa. Comprende que desnudar es un arte.
Una anciana se mece mirando hacia ningún lado. Espera.
César escucha unos villancicos y el tiempo se detiene. Retorna a su infancia.
Muy pocos despiertan. La mayoría siguen dormidos.
Mami recuerda la alegría de abuela. Llorando.
Una mariposa mueve sus alas en Australia. Provoca cólera en Haití.
Un maleante se frota las manos. Hará su navidad. Alguna chica despistada.
A Rosa la descompone el cáncer. Echa de menos el olor a tierra mojada.
Los aeropuertos se inundan. Todos buscan una cara conocida.
Alicia ríe. Sin caretas.
Un doctor se asombra ante el milagro. Se refleja en los ojos de un recién nacido.
Pierre acaba de aterrizar. Duda, ¿y si no llega la morena de la foto?
Una niña observa el consumismo más estúpido. Lo absorbe contenta, sin entender nada.
José le escribe a Penélope. La ama desde siempre. Arruga y bota la carta, otra vez.
A mí me da con escribir de madrugada. Porque no puedo tocarte.
Perséfone regresa del inframundo. Y es primavera en mis desvelos.
La sangre y los gritos de los cerdos, decoran la navidad. La mesa está servida.
Se agotan los días. El invierno. Los abrigos. Los brazos.
El mundo es, se hace y deshace. Perennemente.
…Y me pregunto: ¿Cómo es que se acaba un año?

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Venus Patricia #DíasFelices

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